Hair – Crítica

En tiempos revolucionados, Hair es un respiro. La obra dirigida y adaptada por Pablo Gorlero y con producción de Lino Patalano se presenta como una pieza clave de esta serie de musicales clásicos que invadieron Buenos Aires en los últimos meses.
El primer gran acierto de dirección se ve en el cast y el fuerte trabajo actoral realizado para convertir a esos cuerpos en tribus; difícilmente uno pueda quedarse con un personaje de esta historia, ya que todos son todo. El mensaje de unión cumple su objetivo, sólo se ven tribus pregonando amor y dejándose seducir por cada ritual que tan bien acompañado por la banda en vivo liderada por el director musical, Juan Ignacio López que se ejecutan una y otra vez, sin agotar, sin repetir, alimentándose cada vez más de esa energía que el espectador va dejando en cada fin de cuadro.
Algunos de los lemas, que datan de 50 años desde su primera función, siguen tan vigentes en una actualidad que arremete y encuentra tal vez su punto de conflicto mas cercano en la discriminación social en todas sus facetas, desde lo sexual-físico, hasta el pensamiento metafísico y sensorial.
Las coreografías son oportunas, no hay coreografías innecesarias ni exceso de virtuosismo en una obra que no lo requiere, Verónica Pecollo encontró el punto exacto; asimismo si miramos en detalle podremos ver pequeños solos bien a tierra que se acoplan a los excelentes arreglos vocales de Daniel Landea.
Diego Rodriguez en su papel de Berger es un líder, porque así tiene que serlo y porque actoralmente lo deja en claro; mezclando seducción con desfachatez es un líder de tribu que seduce, para contrarrestar la tibieza del personaje Claude; interpretado por Agustín Iannone y que completa el trío protagonista con la ya conocida versatilidad actoral de Belén Ucar en su papel de Sheila.
Asistimos a la función en la que el personaje de Woof era interpretado por su cover, Julian Rubiño, y es digno de destacar el timing encontrado que pareciera estar ejecutándolo desde la primera función, sin quiebres; un personaje que hace reír y emocionar siendo un punto de inflexión junto a Mariel Percossi como Jeanie. Ambos otorgan esa dosis de humor tan necesaria para que el espectador respire y vuelva con más énfasis al próximo reclamo en pedido de paz.
Otro de los personajes que se gana el cariño del público es Margaret, interpretada por Sergio Di Croce, que al mejor estilo Mary Sunshine en Chicago, despliega su capacidad vocal “My Conviction”. Además, dejan entrever su gran talento para seguir de cerca Nicolás Cúcaro y Camila Giúdice en los papeles de Nene y Crissy respectivamente.
Entre las puestas que se destacan podemos ver una alucinación delirante y excelentemente intrepretada por toda la tribu de “Walking in Space”, tomando preeminencia el acertado diseño de iluminación de Gonzalo Córdova.
Sin duda alguna, esta nueva versión de Hair aprovecha la energía de un elenco joven y comprometido que deja, literalmente; todo en el escenario y permite contagiar a un teatro que ya al comienzo de los saludos, aplaude de pie reconociendo la entrega y termina coreando a únisono “Let The Sunshine In” para unirse al elenco y terminar la obra como se merece, con un ritual de amor y agradecimiento.
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